viernes, 5 de octubre de 2007

"Todo lo que la mente puede concebir se puede lograr"

Es imposible experimentar algo a menos que se lo evoque persistentemente en
los pensamientos.

La mayoría de personas atraen las cosas en forma automática.

Los pensamientos y sentimientos se manejan automáticamente y todo llega por
lógica consecuencia. Piensan que no tienen ningún control sobre el tema.

Nadie atrae nada que no desee deliberadamente.

Es fácil comprobar cómo pueden haber sucedido cosas indeseadas en su vida o
en la de otras personas. Esto se debe al desconocimiento y a la falta de
conciencia del gran poder creativo que tienen los pensamientos.

Es imposible tener pensamientos negativos y sentirse bien al mismo tiempo.
Si usted se siente bien, es porque tiene buenos pensamientos.

Puede conseguir lo que se proponga en la vida, no hay límites. Pero hay una
sola condición: "hay que sentirse bien".

Los pensamientos son la primera causa de todas las cosas. Y las cosas
visibles son su efecto. Este proceso se encuentra extensamente desarrollado
y explicado en la ley de causa y efecto. Los enunciados de esta ley
hermética proclaman, que a todas causa le sigue un efecto de la misma índole
e idéntica naturaleza. No puede existir un efecto sin causa previa.

Cuando un pensamiento se mantiene durante un tiempo, éste se transmite al
Universo. Ese pensamiento crea una causa que atrae magnéticamente a lo
semejante, y solo es cuestión de tiempo que se materialice en el objeto o la
situación pensada.

En esta acción se puede observar claramente la puesta en marcha de la ley de
correspondencia o atracción y la ley de causa y efecto.

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