domingo, 14 de septiembre de 2008

La "máquina de Dios", intentara revelar los secretos del Universo

La "máquina de Dios", intentara revelar los secretos del Universo

En la frontera entre Suiza y Francia, comenzó a funcionar el colisionador de hadrones, una máquina que ayudará a entender las leyes de la física. Tiene 27 Km. de diámetro, se tardo 20 años en ser construida y costó U$S 6.000 millones.

Dios creo al hombre y el hombre creó la máquina. Pero, esta vez, se trata de la más grande, la más compleja y la que será capaz de dar nuevas pistas para encontrar respuestas a varios interrogantes antiguos de la humanidad. ¿Cómo empezó todo? ¿Cuáles son las leyes que rigen el funcionamiento del Universo?

Ya entro en funciones el Gran Colisionador de Hadrones (LCH, según su nombre en inglés) --también conocido como "acelerador" a secas o como la "máquina de Dios", por su foco puesto en recrear los orígenes del Cosmos--, una súper máquina que será utilizada para poner en marcha el mayor experimento científico jamás realizado.

Para entender qué es, para qué sirve y por qué se llama así este instrumento capaz de acelerar y hacer chocar partículas, vale la pena escuchar al físico y divulgador científico Alejandro Gangui: "Esta máquina puede recrear la condiciones más primordiales y más energéticas que, se piensa, hubo en el Universo embrionario. El LCH, en particular, permite recrear el Universo cuando tenía apenas una millonésima de millonésima de segundo".

"El LCH hará colisionar (chocar) --con energías nunca imaginadas-- haces de partículas relativamente pesadas (protones, como los que se encuentran en los átomos que forman nuestros cuerpos) y, a partir de esos choques, producirá una lluvia de nuevas partículas de energía extremadamente alta. Entre ellas quizás se encuentren algunas cuya existencia aún no ha sido comprobada como, por ejemplo, la tan buscada 'partícula o bosón de Higgs'", detalla Gangui sobre su funcionamiento. Lo de "hadrones" es porque los protones (las partículas que van entrar en choque) son un tipo de hadrón.

El bosón que menciona Gangui también es conocido como "partícula divina o de Dios" porque permitiría explicar el mecanismo del origen de la masa de las partículas. De allí lo de "máquina de Dios".
Reflexión Metafísica
 
La ciencia moderna pretende ser la nueva religión del mundo. En la mente finita del hombre la evidencia derivada de la prueba y el error lo conduce al camino de una supuesta verdad que llama ciencia.

La ciencia humana no crea las cosas, simplemente las descubre y describe, por ejemplo, la ciencia humana no invento la fotosíntesis , simplemente la descubrió y la describió.

La ciencia física y la espiritual parecen converger por que ambas son descripciones de una realidad universal.

Pero la realidad que describe la ciencia física no es tal, puesto que las bases de sus enunciados chocan fuertemente con la barrera de lo finito, mutable y temporal del plano terrenal. Por lo tanto sus leyes son erráticas y poco fiables.

La ciencia espiritual tiene sus bases en lo infinito, inmutable y atemporal, por lo tanto sus leyes describen el proceso de una creación sólida y real.
 
Hasta hace casi un siglo, la ciencia física pisaba un terreno donde todo le era muy claro.
A través de la química, la biología y la física un científico podía evaluar prácticamente cualquier suceso y describirlo sin rango de error, pero este estudio se limitaba siempre al mundo material.
La religión entonces tomaba lo que quedaba: Espiritualidad, sentido de la vida, supervivencia del alma a la muerte, etc.
 
En el año 1900 el físico Max Planck cambio este modelo para siempre.

Tratando de resolver un problema de radiación, expuso una teoría que decía que la energía al igual que la materia esta formada por pequeñas unidades llamadas "cuantos" en vez de ser un continuo energético como se había pensado con anterioridad.
 
El estudio de la física cuántica cambia todo nuestro entendimiento sobre los fundamentos básicos del universo conocido.
 
Con ella, la ciencia física ingreso sin proponérselo a este campo que tradicionalmente había sido terreno religioso llamado "mundo o plano espiritual"
 
 
En sus intentos por comprender las leyes que rigen el mundo de las partículas subatómica la física cuántica ha demostrado que el hombre al observar la materia desde su conciencia humana, altera el mundo subatómico.
 

Esto nos ha llevado a muchas conclusiones científicas, morales y espirituales. En otras palabras, la física cuántica ha demostrado que somos co-creadores del universo junto con Dios, que si vemos un árbol en vez de un cúmulo de átomos desorganizados es por que la conciencia humana concede a la realidad física estas características particulares.
 
 
A la luz de estos descubrimientos muchas cosas que tradicionalmente han sido clasificadas como exclusivamente espirituales toman un sentido científico.

A la vista de estos acontecimientos, la plegaria, la afirmación metafísica, la oración científica, la meditación y la visualización creativa son funciones elevadas de la conciencia humana, y estas funciones interactúan con la realidad de manera específica en el mundo cuántico que es la matriz del mundo material, ya que es aquí donde la energía mental se convierte en materia.
 
 
Se puede decir que el descubrimiento de este nivel de la realidad sienta las bases que dan a la ciencia espiritual una comprobación tangible desde la ciencia material.
 
Este es el mundo del alma y aunque las escuelas esotéricas promulgan la creencia en la generación y la inmortalidad del alma, la física cuántica nos lo demuestra y en eso radica su virtud.
 
Comisión de Instrucción del Círculo Metafísico Argentino