Ellos son los más necesitados, los más afligidos. Expresan hacia fuera todo el dolor que llevan dentro. Cada hombre carga con su cruz. Es el legado de su propia creación y no es ni más pesada ni más liviana que la que por ley de causa y efecto le toca llevar, puesto que el mismo la forjo con sus pensamientos y actos en el error. Cada uno tiene su cruz y debe llevarla lo más dignamente posible. Cada acto de desamor en el error agrega un clavo más a esa cruz que se vuelve cada día más pesada de cargar. De la misma manera cada acto de amor incondicional, saca un clavo de la cruz y aliviana su andar. Este es el mundo de las cruces...y el dolor es el martillo que golpea una y otra vez duramente sobre el pesado yunque del egoísmo humano. Y esto seguirá así hasta que llegue la hora de que, cansado de tanto sufrimiento y humillación, el hombre disuelva en el amor su ego y despierte de esta pesadilla material para poder elevarse sobre sus miserias humanas y ser uno con su creador y cada uno de sus hermanos.. Gracias x estar |
martes, 1 de julio de 2008
Aquellos que ofenden y dañan a los demas
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